La sed del placer
Con la experiencia del placer nace también la experiencia del sufrimiento. ¿Por qué? Porque en la medida que te deleitas al principio, sufres al final. Mientras más elevas algo, más ruido hace al caer. El espacio que llena el placer en un inicio, lo ocupa el sufrimiento al final. ¿Por qué? Porque el placer es algo pasajero, que atiende la inestabilidad de la naturaleza material. La pérdida del placer se traduce en sufrimiento. El niño aun no ha experimentado casi placer alguno ¿Y quien puede decir que no es feliz? Pero su secreto radica en que no necesitan del placer para estar bien, son felices con lo que son y tienen. ¿Puede haber algo mas simple?
Aferrarse al placer es caer mas tarde o mas temprano en desgracia. ¿Te invitan un deliciosa comida? ¡Genial! la disfrutas, pero si mañana eso se va no es un problema. ¿Te deleitas en compartir con alguien? Lo disfrutas, pero cuando eso se va no haces un problema de ello. ¿Tienes un gran empleo? ¡Estupendo! pero si mañana no lo tienes, que no signifique un problema… sales inmediatamente a buscar otro. El tema es que no es tan fácil… no todo se controla de esta manera. Cuando gozamos no somos totalmente conscientes del lazo que estamos creando con el objeto del placer, por lo tanto cuando este objeto se retira ya estamos aferrados, acostumbrados y necesitamos de eso para estar bien… aquí se producen aquellas emociones que nos desbordan y que traen dolor a nuestros días. Entonces ¿Qué solución le damos? Leer el resto de esta entrada »